CABILDO ABIERTO DEL 22 DE MAYO DE 1810

CABILDO ABIERTO DEL 22 DE MAYO DE 1810

martes, 29 de mayo de 2012

PROVINCIA DE JUJUY


La provincia de Jujuy se encuentra ubicada en el extremo noroeste de la Republica Argentina y limita con la provincia de Salta al sudeste, con Bolivia al norte y Chile al oeste. Integra la región del NOA, es decir del Noroeste Argentino, junto con las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero.
Tiene una superficie de 53.219 Km², 16 departamentos y una población de 611.888 habitantes.
El nombre Jujuy proviene, aparentemente, de los Jujuyes, una tribu de indígenas que habitaba el territorio en el momento en que arribaron los conquistadores a quienes opusieron tenaz resistencia.
Su capital es San Salvador de Jujuy y se encuentra al sur de la provincia, a 1.600 m. de altura. Popularmente la llaman “Tacita de Plata”; al parecer, por la iluminación plateada que le brinda el reflejo de la luna en los ríos que la bañan (Grande y Xibi Xibi)
Esta ciudad fue fundada con el nombre de San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy el 19 de abril de 1593 por Francisco Argañaráz y Murgia luego de dos intentos fallidos. El primero, donde se la llamo Nieva (actualmente, barrio Ciudad de Nieva), concretado por Gregorio de Castañeda el 20 de agosto de 1561, poblado que pronto fue destruido por los nativos.
El segundo, en la unión de los ríos Grande y Xibi Xibi el 13 de octubre de 1575. Corrió por cuenta de Pedro Ortiz de Zárate quien la llamó San Francisco de Álava y tuvo la misma suerte que el primero ya que al año fue destruido.
“La región formo parte del Virreinato del Perú hasta 1776, cuando la corona española creó el Virreinato del Rio de la Plata. Al subdividirse administrativamente según la Real Ordenanza del 28 de enero de 1782, la actual provincia de Jujuy quedó dentro de la Gobernación-Intendencia de San Miguel de Tucumán. Por Real Cédula del 5 de agosto de 1783, la misma fue suprimida y Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero, Salta, Tucumán y la Puna de Atacama pasaron a integrar la nueva Gobernación-Intendencia de Salta del Tucumán, con sede gubernativa en Salta.
Durante las guerras de la independencia, Jujuy fue uno de los principales escenarios de combate. Al producirse la Revolución de Mayo, Jujuy integraba junto a Tarija el sector septentrional de la Intendencia de Salta del Tucumán. Desde el Perú y el Alto Perú los realistas emprendieron varias invasiones, tornando crítica la situación de los patriotas, por lo que en agosto de 1812, Manuel Belgrano, al frente del Ejército del Norte, organizo el Éxodo jujeño hasta la cuidad de Tucumán. El 24 de agosto de 1812, cuando el comandante realista, el peruano Pio Tristán, ingresó en San Salvador, la encontró destruida y deshabitada.
Tras nuevas invasiones realistas, el 27 de abril de 1821, recordado como el Día Grande de Jujuy, se produjo la victoria definitiva de las fuerzas jujeñas en el combate de León. Ya en 1822, los españoles se habían retirado por completo del territorio jujeño.
San Salvador se convirtió en capital de la Provincia cuando Jujuy se separó de Salta, en 1834”.

La población de la provincia de Jujuy, no se distribuye de manera homogénea en todo el territorio. Existen zonas donde se concentran muchos habitantes, o sea, en las principales ciudades.
Los centros urbanos con mayor cantidad de cantidad de población de la provincia son Gran San Salvador de Jujuy (277.985 habitantes), San Pedro (55.084 habitantes), y Libertador General San Martin (43.707 habitantes).

El clima es templado y suave. La temperatura media es 19,4° C y las precipitaciones anuales de 777,7 mm. Los veranos son cálidos, pero sin alcanzar temperaturas extremas. Los inviernos son secos y suaves, aunque las temperaturas mínimas pueden ser frías, con registros por debajo de 0°C. Cuenta con 4 zonas climáticas bien distinguidas: Puna, Quebrada, Valles y Yungas.


                                 Monumentos históricos de la capital provincial

·         Casa de Gobierno
(Manzana comprendida por las calles San Martín, Independencia, Gorriti y Sarmiento).
Tiene una arquitectura que combina elementos coloniales españoles con neoclásicos italianizantes y elementos franceses. El edificio, ornamentado con esculturas de Lola Mora colocadas en 1927, conserva la primera bandera izada por el general Belgrano en el Cabildo, en 1812.  El Salón de la Bandera contiene además el escudo que Belgrano mandó pintar para colocar en la escuela que fundó. El óvalo es de madera pintada y representa el Escudo Nacional.
·         Cabildo
(Esquina de Calles Belgrano y Sarmiento, frente a la Plaza General Belgrano y en diagonal a la Catedral).
Originalmente contaba con planta baja y un primer piso con galerías hacia el frente. El terremoto de 1862 lo derrumbó, y fue reconstruido y ampliada la planta baja entre los años 1864 y 1867.
Es un edificio de planta en “L”, con muros de adobe de un metro de espesor. El frente remata en una galería o recova con 19 arcos de medio punto, que apoyan sobre columnas y pilastras toscanas.
La galería muestra distintas etapas de construcción: los dos tramos más antiguos son el central, de 5 arcos sobre pilares, y el derecho, con 7 arcos sobre gruesas columnas. El tramo más moderno, posterior a 1872, también consta de 7 arcos y posee columnas más finas. En la gran fachada, de 65 m. de largo, se destaca la torre central, almenada.
Desde su balcón, Belgrano mostró el 25 de mayo de 1812 al pueblo jujeño y al ejército del Alto Perú, la bandera recién creada y momentos antes bendecida por el canónigo Juan Ignacio Gorriti en el atrio de la Catedral.
Actualmente funciona como sede de la Policía provincial y como Museo Policial.
·         Catedral
(Sarmiento 288, frente a la Plaza General Belgrano).
Data del siglo XVII y está situada en el mismo solar que la iglesia matriz. Fue fundada el mismo año que la ciudad, 1593 y elevada a la categoría de Catedral en 1935, cuando se creó el Obispado de Jujuy.
 En su interior se aprecia una de las obras de arte de la época colonial que pertenecía a la iglesia matriz: el púlpito, considerado el más importante del país por su composición, antigüedad y temas representados. Fue tallado en madera de ñandubay y cedro por aborígenes de las misiones jesuíticas.
En su pared sur se abrió una capilla para la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypata, donde también se reserva el Santísimo Sacramento.
Las modificaciones de 1906 y 1910 alteraron totalmente el exterior del monumento, y le imprimieron un estilo italianizante. La fachada muestra dobles columnas exentas y pilastras de orden corintio, y está coronada por una balaustrada que recorre todo el perímetro de la iglesia. Sobre ella se levanta una torre única que se divide en dos cuerpos: ciego el más bajo, y abierto con el cuerpo de campanas, el segundo. Una pequeña cúpula remata el conjunto.
·         Capilla de Santa Bárbara
(General Lamadrid entre San Martin y Belgrano).
Es el mejor exponente de la arquitectura religiosa del siglo XVIII que se conserva en pie en la capital jujeña. Este templo colonial cuenta con una sola nave de 7m. de ancho por 20 m. de largo, y paredes gruesas de adobe que soportan el techo de madera cubierta de tejas.
De su fachada sobresale una torre de tres cuerpos con ornamentos típicos de las capillas de la Quebrada de Humahuaca.
Cuenta con una colección de pinturas del siglo XVIII, cuadros de la escuela cuzqueña y varias imágenes de la época colonial.
·         Basílica de San Francisco
(Esquina calles Belgrano y General Lavalle).
Adquirió el titulo de basílica el 14 de junio de 2009, según reconocimiento del papa Benedicto XVI.  Es la primera construcción levantada por los franciscanos en el Noroeste argentino.
Como la mayoría de las edificaciones de adobe, fue sometida a varias reconstrucciones, la ultima en 1937. El templo actual, de estilo barroco italiano, presenta una torre de cuatro cuerpos con una imagen de San Francisco en la cima y una fachada de dos pisos.
·         Museo Histórico Provincial Juan Galo Lavalle
(General Lavalle 265, entre las calles San Martin y Belgrano).
Se inauguró en 1943, y desde 1962, en que fue declarado Monumento Histórico Nacional, se encuentra en la dirección nombrada anteriormente que corresponde a la casa donde fue asesinado el prócer, cuyo museo lleva su nombre.
Esta vivienda perteneció a doña Leocadia Zenavilla de Alvarado. Es una casona típica de la época colonial que consta de 9 habitaciones abiertas hacia patios internos con galerías.
En él se encuentra “la puerta del crimen”, la legendaria puerta de madera a través de cuya cerradura –según se cuenta- fue baleado y muerto Lavalle, en la madrugada del 9 de octubre de 1841, tras buscar refugio en la casa que ocupaba el Dr. Bedoya, su representante ante el gobierno de Jujuy, tras ser derrotado por los federales en la batalla de Famaillá.
Está formado por 8 salas: del Éxodo e Independencia, Doraliza Blas de Zenarruza, de Arte Religioso y Colonial, de los Gobernadores, del Vestido, del Gral. Lavalle, Dr. Macedonio Graz y de exposiciones y video.
La sala de los Gobernadores guarda en lienzos los retratos de los 40 gobernadores de la provincia de Jujuy que se sucedieron entre los años 1834 y 1943.

                                                   Quebrada de Humahuaca

Es un profundo valle andino de 155 km. de extensión ubicado en la provincia de Jujuy localizado a lo largo de la Ruta Nac. 9 rodeado de imponentes y coloridas montañas y bañada por el río Grande.

Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2003. Es el primer Paisaje Cultural de Sudamérica y el tercero en toda América.

En tiempos remotos estos sitios estuvieron habitados por los omaguacas (cabeza de toro). Estos, se destacaron por las construcciones militares, con recintos fortificados llamados pukarás. Eran hábiles metalúrgicos, trabajaron el cobre, el estaño, la plata y el oro. Fueron un pueblo esencialmente agricultor.

El circuito quebradeño desde el sur, nace en la ciudad de San salvador de Jujuy hacia el norte por la R. N. N° 9, hasta llegar a el Volcán, primer pueblo del corredor turístico, a 2.000 m. de altura, donde podemos encontrarnos con viejos edificios ferroviarios de arquitectura inglesa, hoy, abandonados, y un pucará.  El siguiente pueblo es Tumbaya, con su capilla que data de 1796 y un manantial donde, según la leyenda, bebió San Francisco Solano.
Al desviarse por la Ruta Nacional Nº 52, 4 km desde la R. N. 9, aparece en el circuito Purmamarca (pueblo de la tierra virgen), erigido al pie del majestuoso Cerro de los Siete Colores, el mas distinguido de sus atractivos. A este se le suman, el Paseo de los Colorados, la desafiante Cuesta de Lipán, la inmensa mancha blanca conocida como Salinas Grandes, la Iglesia dedicada a Santa Rosa de Lima originaria de 1648 y la feria artesanal preparada diariamente en la plaza del pueblo. En el centro del pueblo se encuentra el histórico “algarrobo de Purmamarca” donde, según la tradición, Fco. de Algarañaz y Murguía tomo prisionero al traicionado cacique Viltipoco.
Volviendo sobre la RN 9, siguiendo el camino hacia el norte, se ubica Hornillos. Allí, se descubre la posta habilitada como Museo Histórico en 1979, la cual contiene en sus 12 salas interesantes testimonios del pasado colonial, tanto del ámbito familiar como del Ejército del Norte que allí se albergara en algún momento. Otro atractivo de Hornillos es el Yacimiento Arqueológico Antigal de los Hornillos
2Kms. al norte de Hornillos está Maimará (estrella que cae), con su colorido cerro la “Paleta del Pintor”. Otro centro de interés es el cementerio de Nuestra Señora del Carmen.
El siguiente punto es Tilcara, la Capital Arqueológica de Jujuy, destacándose el más importante Pucará de la provincia. Son habituales los festivales folklóricos, desarrollándose a lo largo del año al menos tres grandes celebraciones: la Fiesta de la Chicha, la Pachamama, y el famoso Carnaval. Un paso obligado, es el Museo Arqueológico Eduardo Casanova (UBA).
La localidad de Huichaira es un rinconcito admirables de este circuito. Se trata de un antiguo emplazamiento de grupos indígenas que conserva valiosos rastros de aquellas culturas e importantes yacimientos arqueológicos. Pero eso no es todo, la naturaleza y la aventura también tienen lugar haciéndose manifiestas en los llamados Castillos de Huichaira: formaciones de arena a las que se accede mediante trekking o cabalgata, y donde la opción es la práctica de sandboard.
Huacalera es el paso obligado entre Tilcara y Humahuaca, éste paraje contiene intactas las construcciones de la época de la colonia, cuando era ruta de comercio con el Alto Perú. También yacimientos arqueológicos de gran interés. Entre sus atractivos destacan la iglesia del año 1655 y el curioso monolito al Trópico de Capricornio, que señala cuándo pasa el este por la provincia de Jujuy.
Tras pasar Huacalera, aparece Uquía en el circuito. Allí el visitante encontrará una magnífica iglesia que atesora una de las colecciones más importantes de los “Ángeles Arcabuceros”, ejemplares enigmáticos de la pintura cuzqueña; y un yacimiento precerámico de superficie, con indicios de un muy antiguo pueblo de cazadores y recolectores.
11Kms. después, aparece ante los ojos del viajero, Humahuaca, con el Monumento a los Héroes de la Independencia (realizado en 1950 por Ernesto Soto Avendaño), la catedral Nuestra Señora de la Candelaria y la imagen articulada de San Francisco Solano, que cada mediodía hace su aparición en la plaza del pueblo. Como así también, la serranía del Hornocal. 

•   Capilla de Tumbaya
(A 48 km. de San Salvador de Jujuy, por Ruta Nacional 9. Localidad de Tumbaya)
Fue levantada en 1796, según se deduce de una inscripción que se halla e el envigado interior. Con el tiempo la iglesia parroquial se fue destruyendo y finalmente tuvo que ser demolida hasta los cimientos. El obispo dio autorización para levantar un oratorio, que se terminó en 1873.
La actual capilla se encuentra en un gran espacio libre cercado por un muro perimetral bajo, cuyo arco de entrada enfrenta a la plaza. De estilo mudéjar andaluz la iglesia posee una sacristía y una contra sacristía, ubicada a la altura del presbiterio. Tiene una nave con torre única de complejo perfil, con un cuerpo bajo apoyado en un contrafuerte, que se escalona con el cuerpo de campanas y el tambor octogonal del cupulín, y gruesos muros de adobe que soportan la estructura con doble viga horizontal de madera asomadas en la fachada, formando un pórtico protector.
El interior es simple y en él se destacan algunas pinturas de valor –un “Cristo de los Temblores” y un “Jesús en el Huerto”- junto a imágenes del arte sacro popular.
Esta capilla fue uno de los altos donde se detuvo la caravana formada por los hombres del ejército unitario que llevaba el cadáver del General Lavalle. 
·         Iglesia de Santa Rosa de Lima
(A 65 km. de San Salvador de Jujuy. Localidad de Purmamarca)
La iglesia, de nave única y angosta en estilo colonial quebradeño, gruesos muros de adobe, techos de vigas de cardón y torta de barro, data de 1648 (fecha grabada en el dintel de madera de la puerta). La circunda un cerco de adobe del que se abren dos arcos, uno hacia la plaza y el otro hacia el viejo cementerio. La cubierta, a dos aguas, se adelanta en el frente del templo, formando un atrio cobijo que protege la puerta principal y la pequeña ventana del coro. Adosada a uno de sus lados, se alza la torre cuadrada del campanario.
Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941. En su interior se conservan pinturas de la escuela cuzqueña del siglo XVIII, entre ellos los óleos La Virgen de Cocharcas, La Piedad y La Inmaculada Concepción y otras pinturas de relativo valor artístico, por la época a la que datan y a las manos indígenas que intervinieron en su creación. 
·         Posta de los Hornillos
Data de 1772 y fue el obligado lugar de relevo de la caballada en el camino que unía el Virreinato del Río de la Plata con el Alto Perú. A partir de 1810 se convirtió en guarnición militar, a cargo del coronel Álvarez Prado.
·         Iglesia Nuestra Señora del Rosario
(Tilcara)
Comenzó a construirse a fines del siglo XVIII y se inauguró en 1865. En ella se destacan las pinturas de las seis Escenas de la Virgen, de la escuela cuzqueña, y el sepulcro del coronel Manuel Álvarez Prado.
·         Pucará de Tilcara
Esta fortaleza fue construida hace más de nueve siglos por una de las tribus Omaguacas que habitaba la región. Esta ubicada sobre una colina, a 80 m. de altura, sobre el río Grande.
Las tareas de reconstrucción se iniciaron en 1912 se extendieron durante largas décadas y estuvieron a cargo de los arqueólogos Juan Bautista Ambrosetti, quien la descubrió en 1908, Salvador Debenedetti, su discípulo en el hallazgo,  y Eric Boman. 
La pirámide truncada se erigió en 1935 en la cima del Pucará, en homenaje a los arqueólogos descubridores. Más tarde se colocó una placa recordatoria de Eric Boman.
  • Capilla de Huacalera
(A 100 km. de San Salvador de Jujuy sobre la Ruta Nac. 9. Localidad de Huacalera).
Construida por el año 1655, posteriormente arrasada por un aluvión; motivo por el que tuvo que ser demolida.
La actual capilla se levantó a unos 60 m. del anterior, utilizándose los materiales del templo destruido. La característica principal de la fachada es la prolongación del techo de la nave, que se proyecta por encima del portal de entrada. Las paredes son de adobe y el techo de cardón. Sobre la izquierda está adosado el campanario, que remata en una cúpula.
En el interior de conservan algunos cuadros e imágenes de interés por su antigüedad hispana sobre el arte indígena. En esta capilla descansan los restos del Gral. Lavalle. Fue declarada Monumento Histórico Nacional.
  • Catedral Nuestra Señora de la Candelaria

(A 128 km. de San Salvador de Jujuy sobre la Ruta Nac. 9).
Se construyó en 1595, pero se sabe que en 1641 el templo estaba algo arruinado cuando no había sido concluida. En 1837, un movimiento sísmico causó deterioros, motivo por el cual fue reparada y modificada en 1880. Estas obras dejaron su sello en la fachada: se construyeron dos torres campanario, rematadas por cupulines de “ocho nervios”.
Tiene un atrio cercado por pilares de mampostería y rejas bajas, que la integra al espacio circundante.
En el interior, de gran riqueza ornamental, se destacan: un retablo con motivos vegetales y geométricos, hecho por Juan de Salas después de 1680, el conjunto del altar realizado en mampostería y madera, con rasgos propios del estilo rococó. Un altar de 1790 y el retablo del mismo, que representa a cristo crucificado, obra de Cosme Duarte. Una imagen de la Virgen de la Candelaria, de madera de cardón estrucada que data de 1640.
Además, se conservan “Los Doce Profetas”, serie de pinturas del cuzqueño Marcos Sapaca, que constituyen el patrimonio artístico más relevante de la iglesia.

                                                             Circuito de la Puna
Extendiéndose sobre todo el tacón del zapato dibujado por el territorio de Jujuy, la Puna ostenta sus desolados, espectaculares, y sobre todo diferenciales paisajes: inmaculadas salinas, estepas, planicies altiplánicas, lagunas rodeadas por montañas, y hasta oasis que matizan con su diversidad biológica la monotonía del paisaje de este desierto de altura.
El circuito de la Puna se compone de numerosos parajes rústicos y casi despoblados, cuya belleza reside en la simplicidad, el respeto por el pasado y la tranquilidad.
Susques, es el imperdible del circuito. Con unas pocas cuadras, demasiada serenidad y una antiquísima iglesia realizada íntegramente en piedra, barro y adobe, y ambientada con pinturas cuzqueñas, este poblado se ha instituido casi como un monumento de la región. Se encuentra en la confluencia de los ríos Pastos Chicos y Susques al formar el río de las Burras, en el extremo norte de la Sierra de los Cobres, en el cruce de Ruta Nacional Nº 52 y Ruta Provincial Nº 74.
Casabindo agrupa un puñado de construcciones de adobe, entre las que sobresale una iglesia montada en 1772 con piedra canteada y acreedora del posicionamiento como Catedral de la Puna.
Se ubica 55 Km. al sur de Abra Pampa,  la “Siberia Argentina”, declarada, Capital de la Puna en 1973 es la escala habitual en el camino a la Laguna de los Pozuelos, declarada Monumento Natural y Reserva de la Biosfera.
La Quiaca es un asentamiento muy importante del noroeste y la única ciudad del norte puneño que posee todos los servicios básicos para la comodidad del visitante. Es visitado como escala para visitar la laguna mencionada en el párrafo anterior y conocer la próxima población de Yavi, al este de La Quiaca.
En Yavi es interesante visitar la Capilla de San Francisco, la Casa del Marqués, la Laguna Colorada, Yavi Viejo y el Museo de Antigales.
·         Capilla de San Francisco de Yavi
(A 312 km. de San Salvador de Jujuy. Localidad de Yavi)
Mandada a construir por la marquesa de Ovando, hija de el encomendero Pablo Bernárdez de Ovando y Zárate. Se deduce que en 1690 se concluyo, basándose en la borrosa inscripción pintada cerca del presbiterio.
Sus ventanas no son de vidrio, sino de ónix blanco con un espesor perfectamente calculado para que la luz pueda atravesarlas con sutil diafanidad. No menos asombro causan el pulpito, sus tres altares y el retablo, tallados en madera y recubiertos por láminas de oro.
Frente a esta, se encuentra la famosa Casa del Marques, que tenia doce habitaciones, con gruesos muros de adobe, amplio patio central empedrado y exquisita decoración y mobiliario. Hoy, funciona un museo y una biblioteca.
·         Iglesia de Susques
Según la tradición, una imagen de la virgen de Belén, patrona de Susques, fue encontrada debajo de una piedra. En ese mismo lugar, a principios del siglo XVIII, los jesuitas, ayudados por los aborígenes, construyeron una iglesia, con campanas traídas de Chuquisaca.
Es un modelo típico de la influencia incaica del altiplano boliviano. Posee una sola nave y una torre muy sencilla de tres cuerpos, ornamentada en la parte superior. Los muros son de piedra, revocadas con barro, y la cubierta, de cardón atados con tientos de cuero de llama, paja y tortas de barro. 
En su interior hay pinturas murales con imágenes de santos y flores policromadas. El púlpito y la escalera han sido hechos en albañilería, en contraposición con la costumbre de aquella época de realizarlos en madera. Se conserva un antiguo órgano de fuelle amargo.
·         Laguna de los pozuelos
(Dista 50 km. al oeste de Abrapampa, por la R. P. 7. A 100 km. de la Quiaca, por las rutas provinciales 5, 69 y 7; y a 272 km. de San Salvador de Jujuy, por la R. N. 9 y provincial n°7)
Esta laguna de 15.000 ha. A 3.600 m. de altura sobre el nivel del mar, figura en la nomina de humedales de relevancia internacional (Convención Ramsar). En sus aguas se concentra una rica y variada avifauna acuática, con un total de 44 especies

·         Iglesia de la Asunción
(A 279 km. de San Salvador de Jujuy. Localidad de Casabindo)
Se levanta en medio de un gran espacio libre, rodeado por una pirca de piedras y adobe, en cuyo frente se abre un portal de medio punto que comunica con el interior.
Esta construida totalmente en piedra. La puerta ostenta un dintel de madera labrado. El frontis tiene a cada lado una torre de forma cuadrada que remata en otras pequeñas, que sirven como campanarios.
El altar mayor ocupa toda la pared del fondo y su decoración pintada simula seis columnas con hornacinas, donde en lugar de imágenes hay frescos de origen cuzqueño. La mayoría de las decoraciones son ejemplares típicos del arte hispánico cuzqueño.
En su patio, se realiza cada 15 de agosto el Toreo de la Vincha, una corrida de toros que viste de fiesta al poblado en conmemoración de la Asunción de la Santísima Virgen María, Patrona del lugar. En la ocasión, el animal no es sacrificado;  la hazaña consiste en quitarle una vincha con monedas de plata.


                                                              Circuito de los valles
Ocupando la región centro- sur de la provincia, el Circuito de los Valles cautiva a los viajeros con bellísimos parajes, lagunas, diques, áreas de acampe y vegetación exuberante. Los Valles de Jujuy presentan entre sus principales paradas a los pueblos que se referencian a continuación.
Emplazada en el extremo sur de la Provincia de Jujuy, la localidad de Yala exhibe su apariencia sobresaliente entre la aridez reinante, atrayendo al turismo con sus atractivos paisajísticos y su amplia propuesta. Su elegante edificación se extiende a lo largo de la quebrada del Río Yala, conformándose en su mayoría por residencias veraniegas. Aunque centenares de viajeros eligen vacacionar, acampando en plena naturaleza y disfrutando de las prestigiosas lagunas insertas en el Parque Provincial Potrero de Yala.
Rodeada por montañas, se alza la ciudad capital San Salvador de Jujuy, principal punto de partida en los recorridos por la provincia. Iglesias, capillas, museos y antiguos edificios públicos, constituyen el principal circuito de esta capital, cuya cartelera no se agota allí. Además, aparece, como un espacio ideal dónde desarrollar actividades al aire libre, paseos contemplativos y safaris fotográficos.
Y si de conocer los alrededores se trata, es casi una obligación visitar las Termas de Reyes, perfeccionadas con todas las comodidades; y Tiraxi, considerado una obra de arte de la naturaleza.
El Carmen aparece en el circuito de los Valles como una de las poblaciones más antiguas de la provincia de Jujuy. Por sus características ecológicas, se trata de una zona dedicada al cultivo de tabaco, la ganadería y la vitivinicultura. Desde aquí se accede a los diques La Ciénaga y Las Maderas, óptimos para la pesca de pejerreyes. Hay balnearios, asadores, espacios deportivos, paseos botánicos, áreas acondicionadas para el campamentismo, y posibilidades de recorrer encantadores senderos en cabalgatas. Aparece hacia el sur de San Salvador de Jujuy, sobre RN 9.

                                                                            Circuito Yungas
Selva de altura, cubierta de nubes durante el verano y comienzos del otoño, con una red de picadas y cursos de arroyos temporarios, las Yungas se extienden al este de la provincia invitando al desarrollo de cabalgatas, caminatas, ecoturismo, así como al disfrute de baños termales y fangoterapia. La zona de las Yungas marca un brusco constraste con la quebrada y la puna, mereciendo la categorización de “la otra cara de Jujuy”.
Su principal referente es el Parque Nacional Calilegua, uno de los ambientes protegidos de mayor biodiversidad del norte argentino; y entre sus poblados más reconocidos se encuentran los que se detallan a continuación.
San Pedro, se destaca en el transcurso de el carnaval, porque allí se realizan los corsos más concurridos de Jujuy. La fama de estos se debe en gran parte a la organización y a la masiva participación de la gente, a los colores que pintan las calles, los disfraces llamativos y la alegría contagiosa. Esta ubicada hacia el este de San Salvador, y al sur de Libertador San Martín.
En el sureste del territorio provincial de Jujuy, se alza la ciudad de Libertador General San Martín, cercana (a 8 km.) al Parque Nacional Calilegua, del cual es puerta de acceso y centro de operaciones.
Al igual que en las ciudades de La Mendieta y La Esperanza, en Libertador San Martín se encuentran emplazados modernos ingenios azucareros y establecimientos de producción de frutales que, en algunos casos, reciben al turista dispuestos a develar los secretos del proceso productivo.
San Francisco de Jujuy surge tras el P. Nacional Calilegua. Aquí se da la existencia de un área protegida que tiene como característica diferencial el resguardo de una porción de la Nuboselva, y en la cual se pueden observar los diferentes pisos ecológicos condicionados según la altitud y el relieve.
Al norte de San Francisco, Valle Grande, luce sobre una de sus márgenes el cruce del arroyo Loza, recorriendo el cual pueden apreciarse hermosas cascadas. En tanto que montañas y bosques, áreas ideales para disfrutar del campamentismo, y senderos propicios para la práctica de trekking, conforman sólo una parte del territorio de este pueblito perdido. Entre las propuestas turísticas más convocantes, aparece la posibilidad de realizar cabalgatas hacia distintos poblados como el Infiernillo, Cuevas, Valle Colorado, y otros.
Aguas Calientes presenta un “zócalo” sedimentario paleozoico, apareciendo a través de ventanas tecto-erosivas. Este complejo sedimentario se desarrolló en ciclos sucesivos, marinos en su mayoría. Los minerales de "la formación Yacoraite" están formados por calizas dolomíticas, travertinos y aragonitos. Las Termas de Aguas Calientes, configuradas por cinco vertientes, tienen aguas cloro-sulfatadas, bicarbonatadas, alcalinas, sódicas, silicatadas, con una temperatura superior a los 50° centígrados. Cuenta con piscinas termales exteriores, box privados, y piletones de fangoterapia.

·         Parque Nacional Calilegua
Es representativo de la selva subtropical de montaña, en su mayor parte cubierto por yungas, selvas de transición hasta los 450 m. sobre el nivel del mar, selva de montaña hasta los 1800 m. sobre el nivel del mar y , por encima de ellos, los bosques montanos que a los 2500 m. sobre el nivel del mar dan lugar a la pradera alpina.
De fauna y flora variada. El huemul del norte esta protegido dentro del parque.






















     


domingo, 27 de mayo de 2012

PROVINCIA DE TUCUMÁN


 Origen de la palabra TUCUMAN
Nadie pudo establecer aún el origen de la palabra Tucumán ni su significado. Hay quienes le atribuyen origen quichua mientras que otros le adjudican su paternidad a la lengua Tonocote. Algunos cronistas que visitaron la región en épocas de conquista anotaron la existencia de un cacique llamado Tucma y de un pueblo denominado Tucmanao.

La provincia:
Pese al territorio relativamente pequeño la provincia de Tucumán por naturaleza y cultura ofrece gran cantidad de recursos turísticos dados por sus variados y bellos paisajes, su excelente clima durante el otoño y el invierno (de allí que sea denominada El Jardín de la República) y su cultura que registra influjos prehispánicos, jesuíticos o los del período de auge intelectual dado desde el año 1880 y, particularmente, en la primera mitad de siglo XX. Tal auge intelectual aún se refleja en algunos exponentes de la arquitectura que se halla en la provincia.
Tucumán posee gran cantidad de áreas naturales protegidas y aún (aunque reducidas) zonas de selva y bosque montano prácticamente vírgenes. Entre los sitios de gran atractivo turístico corresponde señalar San Pedro de Colalao, Cerro San Javier, Ruinas de Quilmes, Pucara de la Ciudacita, Raco, Simoca (especialmente atractiva por su gran feria), el lago-embalse Escaba, Cochuna, la Laguna del Tesoro, El Mollar, el Parque de los Menhires, la Quebrada de los Sosa, Tafí del Valle, El Siambón, Villa Nougués, Yerba Buena, el cerro nevado del Aconquija, Colalao del Valle, Amaichá del Valle etc.


 La ciudad

Es la capital de Tucumán, la provincia más pequeña de la Argentina y se ubica en el noroeste del país, a 1.311 Km. de la Capital Federal. Su superficie es de 91 Km, y se estima que viven en ella unos 550.000 habitantes.

Historia

San Miguel de Tucumán fue fundada dos veces. La primera fue en 1565 por Diego de Villarroel en un lugar conocido como “Ibatín”. Y la segunda, en 1685, por Fernando Mate de Luna, en un sitio llamado “La Toma”, cercano al margen derecho del Río Salí.
La ciudad comenzó a crecer a pasos agigantados y ya en el siglo XIX, hacia la década del 70, llegó el ferrocarril.
En un país en el que la inmigración fue ultra masiva, San Miguel no fue la excepción. Durante el siglo XIX y el XX, españoles, árabes, judíos e italianos incidieron en la arquitectura, que fue dejando de lado el estilo colonial para construir el neoclasicismo, eclecticismo y pintoresquismo en su reemplazo.
Al hablar de la ciudad, dos fechas son imprescindibles. La primera, el 24 de septiembre de 1812, cuando el general Manuel Belgrano (también creador de la bandera argentina) venció a las tropas de Pío Tristán en la conocida Batalla de Tucumán. Y la segunda, la más importante para todo el país, el 9 de julio de 1816, cuando la Casa Histórica de la ciudad fue la sede de la declaración de la Independencia argentina.
En los primeros años de 1900 se incorporaron a la ciudad 400 hectáreas destinadas a parque y se conformó el primer espacio verde de magnitud similar a los grandes parques de París y Londres. Eran los primeros pasos para que San Miguel fuera lo que es: el Jardín de la Argentina. Durante el siglo XX, la ciudad siguió creciendo e incorporó los edificios en altura.

Hechos históricos destacados de Tucumán

La Batalla de Tucumán

Antecedentes:
Por orden de la Primera Junta de Gobierno, del 14 de junio de 1810, fue creado el Ejército del Norte, encomendándose esa misión al vocal Juan José Castelli, para aplastar una rebelión contra-revolucionaria en Córdoba.
En el Alto Perú, decidieron no aceptar a las nuevas autoridades porteñas, y alinearse a la política del virrey del Perú, Abascal. Luego de ser vencidos en Cotagaita (27 de octubre de 1810), las fuerzas revolucionarias al mando de Balcarce, obtuvieron un triunfo en Suipacha, el 7 de noviembre de ese año.
El 20 de junio de 1811 se había producido la batalla de Huaqui con una aplastante derrota de las fuerzas independentistas, al mando de Antonio González Balcarce, por lo que perdieron la posibilidad de liberar el Alto Perú (hoy Bolivia). Los despojos de ese ejército fueron concentrados cerca de Jujuy, en la Quebrada de Humahuaca. Para elevar el ánimo de las tropas, fue enviado Cornelio Saavedra, por parte de la Junta de Mayo. El mando de las tropas pasó a manos poco después, de Juan Martín de Pueyrredón, que presentó su renuncia, al no sentirse capaz de levantar la moral de su gente.
El 27 de febrero de 1812, el general Manuel Belgrano, que se hallaba en Rosario, fue puesto al mando del Ejército del Norte, por parte del Primer Triunvirato, instalando en San Salvador de Jujuy, su cuartel general. Viendo que no podía defender el territorio jujeño, ante el avance realista, que había partido con 1.200 jinetes y diez piezas de artillería, al mando del general Pío Tristán, para tomar la intendencia de Salta del Tucumán, el 23 de agosto una multitud, formada por militares y civiles abandonaron la provincia con rumbo a Tucumán, para buscar ayuda, incendiando todas sus pertenencias, para que los realistas no pudieran aprovecharse de ellas. Esto fue el “Éxodo jujeño” acaecido el 23 de agosto.
El pueblo de Tucumán se mostró partidario de la causa revolucionaria, y hacia allí se dirigió Belgrano desconociendo la orden del Triunvirato de ir a Córdoba, para acercar a las distintas fuerzas patrióticas, pues también se cernía la amenaza portuguesa, que pretendía ingresar desde la Banda Oriental.
El 3 de septiembre tuvo lugar el Combate de Las piedras, cerca del río de ese nombre, con un triunfo patriótico, donde Eustaquio Díaz Vélez, a cargo de la retaguardia, venció a la vanguardia de Tristán, que lo había atacado, apoyado por Belgrano, que inclinó la batalla que parecía perdida, a un resultado favorable.
Preparación del ejército
Juan Ramón Balcarce se dirigió hacia la ciudad para formar una división de caballería, pidiendo la colaboración de la familia Aráoz, uno de cuyos miembros, Gregorio, era Teniente del ejército. Tucumán le brindó su ayuda, y el Cabildo comisionó tres delegados para peticionarle a Belgrano, que se enfrentara a los realistas en Tucumán.
El 13 de septiembre, Belgrano ingresó en Tucumán, donde encontró el ejército organizado por Balcarce, que había reunido alrededor de 400 hombres, cuyas armas consistían en lanzas, y carecían de uniforme, pero el espíritu de lucha y la valentía de la población lo impresionaron, al punto tal, que decidió no hacer caso a la intimación del Triunvirato de tomar rumbo a Córdoba.
La ciudadanía tucumana aceptó duplicar la suma que había solicitado Belgrano de 20.000 pesos en plata y concedió la integración de 1.500 hombres más en la caballería.
Las tropas realistas dirigidas por Tristán marcharon hacia Tucumán en una travesía complicada, tratando de avanzar por la izquierda patriota para impedirles su retirada hacia el sur (a Santiago del Estero). Se establecieron en Los Nogales, cerca del norte tucumano.
El encuentro
Belgrano cambió, el día 24 de septiembre de 1812, la orientación de sus hombres, del norte hacia el oeste, dividiendo la caballería en dos flancos (derecho e izquierdo, el primero al mando de Balcarce) apoyada por una sección de Dragones. La infantería estaba organizada en tres columnas: la izquierda, dirigida por el Coronel José Superí, la central por el Capitán Ignacio Warnes, y la derecha por el Capitán Carlos Forest. El Teniente Coronel Manuel Dorrego, estaba a cargo de la Reserva y la artillería, del Barón Eduardo Kaunitz de Holmberg, que fue la encargada de comenzar las hostilidades, para luego proseguir con la infantería. Balcarce arremetió contra el flanco izquierdo enemigo.
Mientras el centro patriota se mantenía firme y decidido, no sucedía lo mismo con el flanco izquierdo, siendo el Coronel José Superí, hecho prisionero. Esto creó gran confusión, a pesar de que Superí pudo ser rescatado, agravada por una gran cantidad de langostas que impedían la visión, en un lugar de geografía complicada “El Campo de Carreras”. La lucha se hizo confusa, en medio de pajonales incendiados, mientras crecía la cantidad de muertos de ambos bandos, que trataban de reorganizarse.
Tristán avanzó hacia Tucumán y amenazó con prenderla fuego, en caso de que no se rindiera, pero los patriotas replicaron con matar a los prisioneros, si eso sucedía.
Nada ocurrió hasta la mañana, en que Belgrano desde la retaguardia, a través del coronel Moldes, intentó forzar la rendición de Tristán, que se opuso a ello, dirigiéndose, perseguido por Díaz Vélez, hacia Salta, mientras 700 de sus hombres permanecían prisioneros, y 450, yacían muertos en el fragor de la lucha. Entre los patriotas los muertos se contaron en 65 y unas dos centenas de heridos. Las armas y provisiones del enemigo sirvieron Tucumán fue ofrendado por Belgrano, a la Virgen de las Mercedes, por ser su día, el que se libró la batalla, convirtiéndose en la “Generala” de su Ejército, para reabastecer al ejército de Belgrano.
El triunfo de Tucumán fue ofrendado por Belgrano, a la Virgen de las Mercedes, por ser su día, el que se libró la batalla, convirtiéndose en la “Generala” de su Ejército.

El Congreso de Tucumán

En Marzo de 1816, 32 delegados del Congreso de Tucumán se juntaron para formar una nueva estructura política.
Así, el 24 de marzo, el Congreso inicia sus sesiones, proclamando a Juan Martín de Pueyrredón como Dictador Supremo (1816-1819).
Después de varios cabildeos, el Congreso declara, el 9 de julio, la Independencia de las Provincias Unidas en Sud-América.
Posteriormente, en 1817, el Congreso se traslada a Buenos Aires porque la situación militar en el norte del país era muy delicada: a partir de la exitosa campaña de San Martín a Chile, el ejército realista del Alto Perú estaba seguro que la frontera norte quedaba desguarnecida. Fue así que el general José de la Serna lanzó repetidos ataques sobre la provincia de Salta y, pese a que fueron repelidos por el general Güemes, éstos pusieron en peligro la seguridad del Congreso.
Una vez en Buenos Aires, durante todo el 1817 y la primera mitad de 1818, el Congreso se dedicó a legislar sobre cuestiones menores, excepto por un segundo Reglamento Provisorio, sancionado en diciembre de 1817, cuya aplicación fue muy limitada.
Para mediados de 1819, más de la mitad de los diputados había sido reemplazado por otros, al mismo tiempo que las provincias federales tampoco formaban parte del Congreso. Eran tres los grupos de opinión: los diputados centralistas (parte de los porteños, los de Cuyo y de otras provincias), los diputados localistas (los cordobeses, de otras provincias y algunos porteños) y los diputados altoperuano (partidarios del centralismo pero libre de la influencia porteña). Estas diferencias, lógicamente, impidieron la sanción de una constitución, pues era una constitución centralista y aristocrática, que no respondía a las demandas federales de la mayoría de las provincias.
Finalmente, la separación de Bolivia, Uruguay y Paraguay de las Provincias Unidas; fue acompañada por la separación de la misma Argentina (impulsada por los caudillos, magnates locales), lo que provocó la desaparición del Congreso en 1820. Desunión y confusión gobernaron nuestros suelos hasta el gobierno de Juan Manuel de Rosas en 1829.
Las Provincias Unidas tardarán muchísimos años en lograr los acuerdos necesarios que llevarán a la sanción una Carta unánimemente aceptada. Esta es la Constitución de 1853.
Independencia: 9 de julio de 1816
 El nueve de julio el congreso de Tucumán resolvió tratar la declaración de la independencia. Presidía la sesión el diputado de San Juan Francisco Narciso de la Prida.
El secretario Juan José Paso, leyó la propuesta y pregunto a los concejales si querían que fuéramos una nación libe e independiente de loa reyes de España y su monopolio.
Los disputaron aprobaron por aclamación y luego uno a uno expreso su voto. Acto seguido firmaron el acto de la independencia.
El 21 de julio la independencia fue jurada en la sala de sesiones por miembros del congreso, en presencia del Gobernador General Belgrano, el clero, las comunidades religiosas y demás corporaciones.

Paseos

Si algo caracteriza a la ciudad de San Miguel de Tucumán, es la variedad. Cuna de la Independencia argentina, ofrece decenas de lugares en los que la historia y lo autóctono se hacen palpables con sólo recorrer sus calles, plazas, museos y bares. De día, de tarde o de noche, las opciones para explorarla son infinitas. Es el corazón de la provincia y en ella duerme un acontecimiento que marcó las raíces y vida de los argentinos: en sus calles se declaró la independencia nacional y es cuna de nuestra patria. Pese a que años de historia duermen allí, la vitalidad de la capital tucumana sorprende a quien la visita y en su arquitectura se refleja  la vanguardia que la caracteriza.
 Tucumán no es sólo verde: es también ciudad moderna y tradición. No es fortuito que en 1999 la hayan declarado Ciudad Histórica por su enorme riqueza cultural: en ella se levantan los principales edificios cívicos. 
 La Plaza Independencia
Se encuentra en el corazón de la ciudad, es el principal paseo público y alrededor de ella se elevan los edificios más relevantes de la historia tucumana. Se ubica entre las calles 25 de Mayo, San Martín, Laprida y 24 de Septiembre.
Su sello distintivo es la estatua de la Libertad que se eleva en el centro: obra de la genial escultora tucumana Lola Mora, que la realizó por pedido del entonces presidente Julio Argentino Roca.
La Plaza fue construida durante el período colonial para albergar los edificios de gobierno y a la Catedral pero con el tiempo creció y se convirtió en un recorrido obligado y en un centro concurrido, rodeado de bares, museos y edificios que conservan su fisonomía: la Casa de Gobierno, Casa Padilla, la Catedral, entre otros.
Entre flores autóctonas, naranjos y edificios, la Plaza también es sede de recurrentes manifestaciones en las que centenares de tucumanos hacen pedidos a los gobernantes de turno.
                                                        

Iglesia San Francisco

Ubicada en la esquina de 25 de Mayo y San Martín.
San Francisco fue construida en 1767.
Fue allí donde se hospedaron varios congresales en 1816, año en que se declaró la Independencia argentina y sirvió también de refugio a las tropas militares de dos grandes generales: Manuel Belgrano y San Martín.
La iglesia fue declarada Monumento Histórico Nacional: conserva reliquias importantísimas como la primera bandera nacional presentada en el norte del país entre 1812 y 1813, la mesa y los sillones utilizados por los congresistas de 1816, objetos de miembros del ejército del Norte y de los Andes comandados por Belgrano y San Martín y decenas de objetos de un valor incalculable.
El edificio tuvo dos refacciones, en 1879 y 1885, pero siempre mantuvo su arquitectura inicial.

Iglesia Catedral

Justo frente a la Plaza Independencia, en la esquina de 24 de septiembre y Congreso, se levanta una de las tres iglesias más antiguas de la Argentina: la Catedral, un icono tucumano que encierra pedazos de nuestra historia.

Fue construida a principios del siglo XIX por Pedro Delgare Echeverri, un arquitecto francés que le imprimió el estilo neoclásico; sus torres se coronan por cúpulas y es en una de ellas en donde se encuentra el reloj que pertenecía al Cabildo de Tucumán.
Llama la atención que el templo conserve la cruz de madera desde su fundación y otro dato curioso es que allí permanecen las urnas con los restos de dos personajes de la historia argentina: el general Gregorio Aráoz de Lamadrid y el Obispo Eusebio Colombres.

Museo Nicolás Avellaneda

 Esta casa construida entre 1836/1837 para residencia del Gobernador José Manuel Silva, abuelo del Presidente Nicolás Avellaneda, alberga objetos notables de la ciencia y de las artes. La historia aquí se condensa y deja apreciar con ojos nuevos los grandes acontecimientos del país.
 
A la sombra del nuevo siglo, a mitad de cuadra y con un silencio sabio del que ve pasar los años; se encuentra el Museo Histórico Provincial Presidente Nicolás Avellaneda.
Fue la primera construcción de dos plantas de la zona, una arquitectura que poco a poco se desentendía del barroco para encontrarse con el neoclásico.
Abunda en su interior el quebracho: la escalera, los tirantes del techo y los pisos son de esta madera tan noble.
Ha sufrido la casa una sola modificación cuando fue dividido el edificio. En el patio principal se encuentra la línea divisoria y hay, además, un aljibe que si algún Borges lo mirara haría de él un cuento, su singular característica es que está acompañado por un espejo (se espeja uno mismo y la profundidad del aljibe), por supuesto que esta ornamentación es de tiempos actuales.
Cuenta el Museo con una increíble colección de objetos: Numismática, Objetos Museológicos, Pinacoteca, Documentos Escritos, Archivos de la Biblioteca "Lucas Córdoba".
Las salas están muy bien conservadas y son temáticas, en una se encuentran armas, platería, herrajes y vestuario, en otra: un homenaje a los Presidentes Tucumanos Dr. Nicolás Avellaneda y Tte. Gral. Julio A. Roca.
Podemos ver en otro sector del Museo piezas de las Culturas de La Candelaria, Ciénagas, Santa María y Tafí. Algo imperdible es la colección de las 23 carbonillas (retratos de los Gobernadores) de la escultora Lola Mora.
"La Casa de las cien puertas", conocida así por sus aberturas, es un paseo enriquecedor en plena Ciudad de Tucumán.

Casa de Gobierno
Es el edificio público de mayor jerarquía. Se construyó entre 1908 y 1910 por pedido del gobernador Luis F. Nougués y se inauguró el 9 de julio de 1912. La Casa de Gobierno se realizó para reemplazar al Cabildo en los años de modernización debido a la nueva y creciente industria azucarera. Albergaba a las autoridades de los tiempos de la colonia: era residencia del gobernador, casa de justicia, sede de la policía y cárcel.
Posee un estilo del barroco francés y del clasicismo italiano y su arquitectura fue fruto de una necesidad de comunicar simbólicamente su rol de edificio “público”.
Además de que por su Salón Blanco pasaron centenares de personajes nacionales e internacionales, hay otro dato que hace que sea imprescindible conocerla: allí descansan los restos del ilustre tucumano Juan Bautista Alberdi

 Casa Padilla

Se trata de un hermoso caserón que perteneció a una familia tradicional de Tucumán: Don Ángel Padilla y su mujer, Lastenia Frías. Se construyó hacia 1860 y es uno de los exponentes más notables de la arquitectura italianizante de esa época.
Hoy, el visitante puede disfrutar de objetos, colección de muebles, cuadros y porcelanas que pertenecieron a la familia y que hablan, en gran parte, de la historia tucumana colonial.
El Museo representa lo que se conoce como “casa chorizo”, con 15 habitaciones que rodean cuatro patios sucesivos, con un típico aljibe en el segundo. Las paredes de este caserón fueron testigos de más de un siglo de historia tucumana.
                                                                              

Casa Nougués

Un ejemplo de la introducción del nuevo estilo de arquitectura francesa en Tucumán, el tipo “Petit Hotel”, la Casa Nougués se ubica en calle 24 de Septiembre 484 y fue construida en el año 1911 por el arquitecto José de Bassols para la residencia del Gobernador Luis F. Nougues. Posee 4 plantas que estratifican las zonas funcionales de la casa.
En 1972 fue adquirida por la provincia para darle lugar a la Secretaría de Turismo

Centro Cultural Rougés

Se trata de un antiguo Petit Hotel de hermosa fachada que fue construido en 1913. Cuenta con varias salas de exposiciones en la que se desarrollan diferentes actividades culturales. Hoy pertenece a la Fundación Dr. Alberto Rougés del Instituto Miguel Lillo.
Esta casa fue proyectada en 1913 por el arquitecto mallorquín José de Bassols. En su interior, la calidad de los materiales está a la vista: pisos de taracea de roble, carpintería de madera, y en los cielorrasos, yesería decorativa.
Es aquí donde funciona el Centro Cultural de la destacada Fundación Lillo, con calificada actividad a través de exposiciones, conferencias y muestras.

  Museo Timoteo Navarro
En 1908, se empezaba a construir el museo, que hoy es sede de numerosas muestras y obras de representantes de la cultura local y nacional.
Se trata de una obra de la empresa de los hermanos Medicci y ha sido sin duda edificado con el mejor e inconfundible lenguaje académico de influencia francesa, ofrece una fachada majestuosa como signo del rol funcional del edificio.
Durante mucho tiempo funcionó aquí el Consejo de Educación hasta que, en 1977 fue destinado para ser sede del Museo de Bellas Artes.  En su interior puede apreciarse un panorama total de la pintura tucumana a través de los tiempos.
 Parque 9 de Julio
Es el principal paseo verde de la capital tucumana y por eso se lo conoce como el “pulmón de la ciudad”. Centenares de especies de árboles y un verde impecable dan vida a este Parque que encierra a más de 20 estatuas y en donde se encuentra el lago San Miguel y la casa del Obispo Colombres, considerada la “cuna” de la industria azucarera.
Fue inaugurando para los festejos del centenario de la Independencia, en 1916 y está trazado en forma de óvalo, idea del arquitecto francés Carlos Thays.
Además de los múltiples monumentos que guarda, el visitante podrá conocer la Pérgola, el reloj floral y una fuente luminosa. Si de tomar un trago o degustar un buen plato se trata, el Parque posee algunos de los bares y restaurantes más notables de Tucumán.

Museo de la industria azucarera Casa del Obispo Colombres:
Un clásico de Tucumán: es el primer lugar en donde se cultivó la caña de azúcar, cultivo que hasta hoy sigue siendo el más importante de la provincia. Fue construido en 1800 y allí vivía el Obispo Eusebio Colombres; es el testimonio claro de las viviendas de los tiempos de Juan Manuel de Rosas.
Allí funciona un museo que guarda muchas de las pertenencias del Obispo y en la parte de afuera, se conserva el trapiche de madera con el que trabajaban la caña los viejos ingenios. Sin duda, un icono de nuestra historia que vale la pena recorrer.

 Museo de Arte Sacro

El Museo de Arte Sacro de la Catedral, nació en 1968 como una iniciativa de la gente de la Parroquia, que se concretó con la labor de Susana Rougés, apoyada por el cura párroco, Monseñor Segundo H, Soria. La primera tarea era la de reunir los vasos sagrados, imágenes y objetos que estuvieran destinados al culto y que por una u otra causa, habían quedado fuera de uso, o que, por utilizarse sólo en contadas ocasiones, raramente estaban a la vista. Así llegó a formarse una importante y significativa colección, que excediendo lo estrictamente litúrgico, rescataba el acervo cultural de Tucumán. Con el tiempo fueron sumándose las donaciones y préstamos de diversos objetos que pertenecieran a las familias tucumanas.
Exhibe piezas de gran valor, desde los lejanos tiempos de Ibatín hasta nuestros días. La imaginería, la pintura, la platería, los ornamentos litúrgicos, los documentos coloniales, tenían la finalidad de guiarnos a lo largo de la historia eclesiástica de Tucumán. Todo esto ha sido conservado en el Museo, evitando así la pérdida o dispersión de un patrimonio tan valioso como querido por este pueblo cristiano.
El Papa Pablo VI, en el año 1972 exhortaba precisamente a los pastores a conservar en los templos los objetos de valor histórico-artístico que, durante siglos los ornaron y que perduran como expresión tradicional de la fe. El Arzobispo de Tucumán, Monseñor Blas Victorio Contero apoyó esta obra.
Hoy el Museo abre sus puertas con esta exposición de obras, donde se exhiben piezas de: la Virgen de Rosario de Pomata (óleo sobre tela – Alto Perú), San Pablo camino a Damasco (Óleo sobre tela de neto estilo neoclásico), San Miguel Arcángel (Óleo sobre tela; figura hierática e ingenua del patrono de la ciudad), General Celedonio Gutiérrez (obra de la primera época del retratista tucumano, Ignacio Bas.), Documentos coloniales, misales, entre otros objetos.

 Casa Histórica de la Independencia

En esta casa que perteneció a la tradicional familia Bazán, fue declarada la independencia de Provincias Unidas el 9 de Julio de 1816.
Se trata de una antigua casa colonial, reconstruida a base de fotografías y documentos de la época. Tiene una sola planta en la que las habitaciones se reparten alrededor de un gran patio.
El salón que está ubicado al fondo del mismo es el que se utilizaba para las reuniones del congreso y conserva su estructura original. Hay también un segundo patio que hace gala de un aljibe típico y finalmente un tercer patio recientemente habilitado que tiene salida a la calle 9 de Julio, en sus paredes están colocados, desde hace unos años, los valiosos relieves de la escultora tucumana Lola Mora.
Los salones de la casa están adornados con retratos de próceres argentinos, arcones y muebles de la época colonial y los sillones y la mesa utilizados en la histórica sesión.

Casa Histórica de Tucumán
Debido al mal estado en que se conservaba, en 1903, se dispuso por medio de un decreto demoler toda la casa a excepción del Salón de la Jura; para resguardar esta construcción se realizó un templete de estilo francés, con rejas y cristales. El curioso templete dejó al salón como una pequeña casita en su interior, a la que se ingresaba tras cruzar un pórtico de rejas y un amplio atrio con palmeras y, a cuyos costados se emplazaron dos altorrelieves de la escultora tucumana Lola Mora.

Finalmente, en el año 1941 fue autorizada su reconstrucción en la forma original (la misma estuvo a cargo del célebre arquitecto Mario J. Buschiazzo) y el 12 de agosto de ese mismo año fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Muestra permanente:
El Periodo Colonial - Tucumán en la Colonia - Revolución y Guerras de la Independencia - Historia de la Casa - Platería Criolla - El Congreso de Tucumán - Los Congresales de 1816 - Sala de la Jura de la Independencia.

Espectáculo Luz y Sonido:
Inaugurado en el año 1968, este espectáculo evoca los históricos momentos que condujeron al 9 de Julio de 1816. Las voces mas representativas de nuestra nacionalidad, interpretadas por figuras como Alfredo Alcón, Eduardo Rudy, Lola Membrides o María Rosa Gallo entre otros; dan vida una vez mas al lugar y al momento en que la historia Nacional tomaba un nuevo rumbo.
Se logra conmover y evocar la atmósfera de un pasado que es gloria para los argentinos. Durante el espectáculo denominado “Tucumán cita a la Patria”, se escuchan las aclamaciones del pueblo, la lectura del acta, las voces de Laprida, Paso, Godoy Cruz, y tantos otros patriotas hoy venerados; es posible oír además el juramento de los diputados y hasta el rasguito de la pluma con que firman el histórico documento que anuncia la patria nueva.

Sitios arqueológicos 

                                          

Parques y Reservas:

-      Parques:
     - Reservas:                                                                

 

Circuito Turístico

      - Ciudad Histórica
      - Las yungas
      - Sur
      - Valles de Choromos
      - Valles Calchaquíes