CABILDO ABIERTO DEL 22 DE MAYO DE 1810

CABILDO ABIERTO DEL 22 DE MAYO DE 1810

domingo, 27 de mayo de 2012

PROVINCIA DE TUCUMÁN


 Origen de la palabra TUCUMAN
Nadie pudo establecer aún el origen de la palabra Tucumán ni su significado. Hay quienes le atribuyen origen quichua mientras que otros le adjudican su paternidad a la lengua Tonocote. Algunos cronistas que visitaron la región en épocas de conquista anotaron la existencia de un cacique llamado Tucma y de un pueblo denominado Tucmanao.

La provincia:
Pese al territorio relativamente pequeño la provincia de Tucumán por naturaleza y cultura ofrece gran cantidad de recursos turísticos dados por sus variados y bellos paisajes, su excelente clima durante el otoño y el invierno (de allí que sea denominada El Jardín de la República) y su cultura que registra influjos prehispánicos, jesuíticos o los del período de auge intelectual dado desde el año 1880 y, particularmente, en la primera mitad de siglo XX. Tal auge intelectual aún se refleja en algunos exponentes de la arquitectura que se halla en la provincia.
Tucumán posee gran cantidad de áreas naturales protegidas y aún (aunque reducidas) zonas de selva y bosque montano prácticamente vírgenes. Entre los sitios de gran atractivo turístico corresponde señalar San Pedro de Colalao, Cerro San Javier, Ruinas de Quilmes, Pucara de la Ciudacita, Raco, Simoca (especialmente atractiva por su gran feria), el lago-embalse Escaba, Cochuna, la Laguna del Tesoro, El Mollar, el Parque de los Menhires, la Quebrada de los Sosa, Tafí del Valle, El Siambón, Villa Nougués, Yerba Buena, el cerro nevado del Aconquija, Colalao del Valle, Amaichá del Valle etc.


 La ciudad

Es la capital de Tucumán, la provincia más pequeña de la Argentina y se ubica en el noroeste del país, a 1.311 Km. de la Capital Federal. Su superficie es de 91 Km, y se estima que viven en ella unos 550.000 habitantes.

Historia

San Miguel de Tucumán fue fundada dos veces. La primera fue en 1565 por Diego de Villarroel en un lugar conocido como “Ibatín”. Y la segunda, en 1685, por Fernando Mate de Luna, en un sitio llamado “La Toma”, cercano al margen derecho del Río Salí.
La ciudad comenzó a crecer a pasos agigantados y ya en el siglo XIX, hacia la década del 70, llegó el ferrocarril.
En un país en el que la inmigración fue ultra masiva, San Miguel no fue la excepción. Durante el siglo XIX y el XX, españoles, árabes, judíos e italianos incidieron en la arquitectura, que fue dejando de lado el estilo colonial para construir el neoclasicismo, eclecticismo y pintoresquismo en su reemplazo.
Al hablar de la ciudad, dos fechas son imprescindibles. La primera, el 24 de septiembre de 1812, cuando el general Manuel Belgrano (también creador de la bandera argentina) venció a las tropas de Pío Tristán en la conocida Batalla de Tucumán. Y la segunda, la más importante para todo el país, el 9 de julio de 1816, cuando la Casa Histórica de la ciudad fue la sede de la declaración de la Independencia argentina.
En los primeros años de 1900 se incorporaron a la ciudad 400 hectáreas destinadas a parque y se conformó el primer espacio verde de magnitud similar a los grandes parques de París y Londres. Eran los primeros pasos para que San Miguel fuera lo que es: el Jardín de la Argentina. Durante el siglo XX, la ciudad siguió creciendo e incorporó los edificios en altura.

Hechos históricos destacados de Tucumán

La Batalla de Tucumán

Antecedentes:
Por orden de la Primera Junta de Gobierno, del 14 de junio de 1810, fue creado el Ejército del Norte, encomendándose esa misión al vocal Juan José Castelli, para aplastar una rebelión contra-revolucionaria en Córdoba.
En el Alto Perú, decidieron no aceptar a las nuevas autoridades porteñas, y alinearse a la política del virrey del Perú, Abascal. Luego de ser vencidos en Cotagaita (27 de octubre de 1810), las fuerzas revolucionarias al mando de Balcarce, obtuvieron un triunfo en Suipacha, el 7 de noviembre de ese año.
El 20 de junio de 1811 se había producido la batalla de Huaqui con una aplastante derrota de las fuerzas independentistas, al mando de Antonio González Balcarce, por lo que perdieron la posibilidad de liberar el Alto Perú (hoy Bolivia). Los despojos de ese ejército fueron concentrados cerca de Jujuy, en la Quebrada de Humahuaca. Para elevar el ánimo de las tropas, fue enviado Cornelio Saavedra, por parte de la Junta de Mayo. El mando de las tropas pasó a manos poco después, de Juan Martín de Pueyrredón, que presentó su renuncia, al no sentirse capaz de levantar la moral de su gente.
El 27 de febrero de 1812, el general Manuel Belgrano, que se hallaba en Rosario, fue puesto al mando del Ejército del Norte, por parte del Primer Triunvirato, instalando en San Salvador de Jujuy, su cuartel general. Viendo que no podía defender el territorio jujeño, ante el avance realista, que había partido con 1.200 jinetes y diez piezas de artillería, al mando del general Pío Tristán, para tomar la intendencia de Salta del Tucumán, el 23 de agosto una multitud, formada por militares y civiles abandonaron la provincia con rumbo a Tucumán, para buscar ayuda, incendiando todas sus pertenencias, para que los realistas no pudieran aprovecharse de ellas. Esto fue el “Éxodo jujeño” acaecido el 23 de agosto.
El pueblo de Tucumán se mostró partidario de la causa revolucionaria, y hacia allí se dirigió Belgrano desconociendo la orden del Triunvirato de ir a Córdoba, para acercar a las distintas fuerzas patrióticas, pues también se cernía la amenaza portuguesa, que pretendía ingresar desde la Banda Oriental.
El 3 de septiembre tuvo lugar el Combate de Las piedras, cerca del río de ese nombre, con un triunfo patriótico, donde Eustaquio Díaz Vélez, a cargo de la retaguardia, venció a la vanguardia de Tristán, que lo había atacado, apoyado por Belgrano, que inclinó la batalla que parecía perdida, a un resultado favorable.
Preparación del ejército
Juan Ramón Balcarce se dirigió hacia la ciudad para formar una división de caballería, pidiendo la colaboración de la familia Aráoz, uno de cuyos miembros, Gregorio, era Teniente del ejército. Tucumán le brindó su ayuda, y el Cabildo comisionó tres delegados para peticionarle a Belgrano, que se enfrentara a los realistas en Tucumán.
El 13 de septiembre, Belgrano ingresó en Tucumán, donde encontró el ejército organizado por Balcarce, que había reunido alrededor de 400 hombres, cuyas armas consistían en lanzas, y carecían de uniforme, pero el espíritu de lucha y la valentía de la población lo impresionaron, al punto tal, que decidió no hacer caso a la intimación del Triunvirato de tomar rumbo a Córdoba.
La ciudadanía tucumana aceptó duplicar la suma que había solicitado Belgrano de 20.000 pesos en plata y concedió la integración de 1.500 hombres más en la caballería.
Las tropas realistas dirigidas por Tristán marcharon hacia Tucumán en una travesía complicada, tratando de avanzar por la izquierda patriota para impedirles su retirada hacia el sur (a Santiago del Estero). Se establecieron en Los Nogales, cerca del norte tucumano.
El encuentro
Belgrano cambió, el día 24 de septiembre de 1812, la orientación de sus hombres, del norte hacia el oeste, dividiendo la caballería en dos flancos (derecho e izquierdo, el primero al mando de Balcarce) apoyada por una sección de Dragones. La infantería estaba organizada en tres columnas: la izquierda, dirigida por el Coronel José Superí, la central por el Capitán Ignacio Warnes, y la derecha por el Capitán Carlos Forest. El Teniente Coronel Manuel Dorrego, estaba a cargo de la Reserva y la artillería, del Barón Eduardo Kaunitz de Holmberg, que fue la encargada de comenzar las hostilidades, para luego proseguir con la infantería. Balcarce arremetió contra el flanco izquierdo enemigo.
Mientras el centro patriota se mantenía firme y decidido, no sucedía lo mismo con el flanco izquierdo, siendo el Coronel José Superí, hecho prisionero. Esto creó gran confusión, a pesar de que Superí pudo ser rescatado, agravada por una gran cantidad de langostas que impedían la visión, en un lugar de geografía complicada “El Campo de Carreras”. La lucha se hizo confusa, en medio de pajonales incendiados, mientras crecía la cantidad de muertos de ambos bandos, que trataban de reorganizarse.
Tristán avanzó hacia Tucumán y amenazó con prenderla fuego, en caso de que no se rindiera, pero los patriotas replicaron con matar a los prisioneros, si eso sucedía.
Nada ocurrió hasta la mañana, en que Belgrano desde la retaguardia, a través del coronel Moldes, intentó forzar la rendición de Tristán, que se opuso a ello, dirigiéndose, perseguido por Díaz Vélez, hacia Salta, mientras 700 de sus hombres permanecían prisioneros, y 450, yacían muertos en el fragor de la lucha. Entre los patriotas los muertos se contaron en 65 y unas dos centenas de heridos. Las armas y provisiones del enemigo sirvieron Tucumán fue ofrendado por Belgrano, a la Virgen de las Mercedes, por ser su día, el que se libró la batalla, convirtiéndose en la “Generala” de su Ejército, para reabastecer al ejército de Belgrano.
El triunfo de Tucumán fue ofrendado por Belgrano, a la Virgen de las Mercedes, por ser su día, el que se libró la batalla, convirtiéndose en la “Generala” de su Ejército.

El Congreso de Tucumán

En Marzo de 1816, 32 delegados del Congreso de Tucumán se juntaron para formar una nueva estructura política.
Así, el 24 de marzo, el Congreso inicia sus sesiones, proclamando a Juan Martín de Pueyrredón como Dictador Supremo (1816-1819).
Después de varios cabildeos, el Congreso declara, el 9 de julio, la Independencia de las Provincias Unidas en Sud-América.
Posteriormente, en 1817, el Congreso se traslada a Buenos Aires porque la situación militar en el norte del país era muy delicada: a partir de la exitosa campaña de San Martín a Chile, el ejército realista del Alto Perú estaba seguro que la frontera norte quedaba desguarnecida. Fue así que el general José de la Serna lanzó repetidos ataques sobre la provincia de Salta y, pese a que fueron repelidos por el general Güemes, éstos pusieron en peligro la seguridad del Congreso.
Una vez en Buenos Aires, durante todo el 1817 y la primera mitad de 1818, el Congreso se dedicó a legislar sobre cuestiones menores, excepto por un segundo Reglamento Provisorio, sancionado en diciembre de 1817, cuya aplicación fue muy limitada.
Para mediados de 1819, más de la mitad de los diputados había sido reemplazado por otros, al mismo tiempo que las provincias federales tampoco formaban parte del Congreso. Eran tres los grupos de opinión: los diputados centralistas (parte de los porteños, los de Cuyo y de otras provincias), los diputados localistas (los cordobeses, de otras provincias y algunos porteños) y los diputados altoperuano (partidarios del centralismo pero libre de la influencia porteña). Estas diferencias, lógicamente, impidieron la sanción de una constitución, pues era una constitución centralista y aristocrática, que no respondía a las demandas federales de la mayoría de las provincias.
Finalmente, la separación de Bolivia, Uruguay y Paraguay de las Provincias Unidas; fue acompañada por la separación de la misma Argentina (impulsada por los caudillos, magnates locales), lo que provocó la desaparición del Congreso en 1820. Desunión y confusión gobernaron nuestros suelos hasta el gobierno de Juan Manuel de Rosas en 1829.
Las Provincias Unidas tardarán muchísimos años en lograr los acuerdos necesarios que llevarán a la sanción una Carta unánimemente aceptada. Esta es la Constitución de 1853.
Independencia: 9 de julio de 1816
 El nueve de julio el congreso de Tucumán resolvió tratar la declaración de la independencia. Presidía la sesión el diputado de San Juan Francisco Narciso de la Prida.
El secretario Juan José Paso, leyó la propuesta y pregunto a los concejales si querían que fuéramos una nación libe e independiente de loa reyes de España y su monopolio.
Los disputaron aprobaron por aclamación y luego uno a uno expreso su voto. Acto seguido firmaron el acto de la independencia.
El 21 de julio la independencia fue jurada en la sala de sesiones por miembros del congreso, en presencia del Gobernador General Belgrano, el clero, las comunidades religiosas y demás corporaciones.

Paseos

Si algo caracteriza a la ciudad de San Miguel de Tucumán, es la variedad. Cuna de la Independencia argentina, ofrece decenas de lugares en los que la historia y lo autóctono se hacen palpables con sólo recorrer sus calles, plazas, museos y bares. De día, de tarde o de noche, las opciones para explorarla son infinitas. Es el corazón de la provincia y en ella duerme un acontecimiento que marcó las raíces y vida de los argentinos: en sus calles se declaró la independencia nacional y es cuna de nuestra patria. Pese a que años de historia duermen allí, la vitalidad de la capital tucumana sorprende a quien la visita y en su arquitectura se refleja  la vanguardia que la caracteriza.
 Tucumán no es sólo verde: es también ciudad moderna y tradición. No es fortuito que en 1999 la hayan declarado Ciudad Histórica por su enorme riqueza cultural: en ella se levantan los principales edificios cívicos. 
 La Plaza Independencia
Se encuentra en el corazón de la ciudad, es el principal paseo público y alrededor de ella se elevan los edificios más relevantes de la historia tucumana. Se ubica entre las calles 25 de Mayo, San Martín, Laprida y 24 de Septiembre.
Su sello distintivo es la estatua de la Libertad que se eleva en el centro: obra de la genial escultora tucumana Lola Mora, que la realizó por pedido del entonces presidente Julio Argentino Roca.
La Plaza fue construida durante el período colonial para albergar los edificios de gobierno y a la Catedral pero con el tiempo creció y se convirtió en un recorrido obligado y en un centro concurrido, rodeado de bares, museos y edificios que conservan su fisonomía: la Casa de Gobierno, Casa Padilla, la Catedral, entre otros.
Entre flores autóctonas, naranjos y edificios, la Plaza también es sede de recurrentes manifestaciones en las que centenares de tucumanos hacen pedidos a los gobernantes de turno.
                                                        

Iglesia San Francisco

Ubicada en la esquina de 25 de Mayo y San Martín.
San Francisco fue construida en 1767.
Fue allí donde se hospedaron varios congresales en 1816, año en que se declaró la Independencia argentina y sirvió también de refugio a las tropas militares de dos grandes generales: Manuel Belgrano y San Martín.
La iglesia fue declarada Monumento Histórico Nacional: conserva reliquias importantísimas como la primera bandera nacional presentada en el norte del país entre 1812 y 1813, la mesa y los sillones utilizados por los congresistas de 1816, objetos de miembros del ejército del Norte y de los Andes comandados por Belgrano y San Martín y decenas de objetos de un valor incalculable.
El edificio tuvo dos refacciones, en 1879 y 1885, pero siempre mantuvo su arquitectura inicial.

Iglesia Catedral

Justo frente a la Plaza Independencia, en la esquina de 24 de septiembre y Congreso, se levanta una de las tres iglesias más antiguas de la Argentina: la Catedral, un icono tucumano que encierra pedazos de nuestra historia.

Fue construida a principios del siglo XIX por Pedro Delgare Echeverri, un arquitecto francés que le imprimió el estilo neoclásico; sus torres se coronan por cúpulas y es en una de ellas en donde se encuentra el reloj que pertenecía al Cabildo de Tucumán.
Llama la atención que el templo conserve la cruz de madera desde su fundación y otro dato curioso es que allí permanecen las urnas con los restos de dos personajes de la historia argentina: el general Gregorio Aráoz de Lamadrid y el Obispo Eusebio Colombres.

Museo Nicolás Avellaneda

 Esta casa construida entre 1836/1837 para residencia del Gobernador José Manuel Silva, abuelo del Presidente Nicolás Avellaneda, alberga objetos notables de la ciencia y de las artes. La historia aquí se condensa y deja apreciar con ojos nuevos los grandes acontecimientos del país.
 
A la sombra del nuevo siglo, a mitad de cuadra y con un silencio sabio del que ve pasar los años; se encuentra el Museo Histórico Provincial Presidente Nicolás Avellaneda.
Fue la primera construcción de dos plantas de la zona, una arquitectura que poco a poco se desentendía del barroco para encontrarse con el neoclásico.
Abunda en su interior el quebracho: la escalera, los tirantes del techo y los pisos son de esta madera tan noble.
Ha sufrido la casa una sola modificación cuando fue dividido el edificio. En el patio principal se encuentra la línea divisoria y hay, además, un aljibe que si algún Borges lo mirara haría de él un cuento, su singular característica es que está acompañado por un espejo (se espeja uno mismo y la profundidad del aljibe), por supuesto que esta ornamentación es de tiempos actuales.
Cuenta el Museo con una increíble colección de objetos: Numismática, Objetos Museológicos, Pinacoteca, Documentos Escritos, Archivos de la Biblioteca "Lucas Córdoba".
Las salas están muy bien conservadas y son temáticas, en una se encuentran armas, platería, herrajes y vestuario, en otra: un homenaje a los Presidentes Tucumanos Dr. Nicolás Avellaneda y Tte. Gral. Julio A. Roca.
Podemos ver en otro sector del Museo piezas de las Culturas de La Candelaria, Ciénagas, Santa María y Tafí. Algo imperdible es la colección de las 23 carbonillas (retratos de los Gobernadores) de la escultora Lola Mora.
"La Casa de las cien puertas", conocida así por sus aberturas, es un paseo enriquecedor en plena Ciudad de Tucumán.

Casa de Gobierno
Es el edificio público de mayor jerarquía. Se construyó entre 1908 y 1910 por pedido del gobernador Luis F. Nougués y se inauguró el 9 de julio de 1912. La Casa de Gobierno se realizó para reemplazar al Cabildo en los años de modernización debido a la nueva y creciente industria azucarera. Albergaba a las autoridades de los tiempos de la colonia: era residencia del gobernador, casa de justicia, sede de la policía y cárcel.
Posee un estilo del barroco francés y del clasicismo italiano y su arquitectura fue fruto de una necesidad de comunicar simbólicamente su rol de edificio “público”.
Además de que por su Salón Blanco pasaron centenares de personajes nacionales e internacionales, hay otro dato que hace que sea imprescindible conocerla: allí descansan los restos del ilustre tucumano Juan Bautista Alberdi

 Casa Padilla

Se trata de un hermoso caserón que perteneció a una familia tradicional de Tucumán: Don Ángel Padilla y su mujer, Lastenia Frías. Se construyó hacia 1860 y es uno de los exponentes más notables de la arquitectura italianizante de esa época.
Hoy, el visitante puede disfrutar de objetos, colección de muebles, cuadros y porcelanas que pertenecieron a la familia y que hablan, en gran parte, de la historia tucumana colonial.
El Museo representa lo que se conoce como “casa chorizo”, con 15 habitaciones que rodean cuatro patios sucesivos, con un típico aljibe en el segundo. Las paredes de este caserón fueron testigos de más de un siglo de historia tucumana.
                                                                              

Casa Nougués

Un ejemplo de la introducción del nuevo estilo de arquitectura francesa en Tucumán, el tipo “Petit Hotel”, la Casa Nougués se ubica en calle 24 de Septiembre 484 y fue construida en el año 1911 por el arquitecto José de Bassols para la residencia del Gobernador Luis F. Nougues. Posee 4 plantas que estratifican las zonas funcionales de la casa.
En 1972 fue adquirida por la provincia para darle lugar a la Secretaría de Turismo

Centro Cultural Rougés

Se trata de un antiguo Petit Hotel de hermosa fachada que fue construido en 1913. Cuenta con varias salas de exposiciones en la que se desarrollan diferentes actividades culturales. Hoy pertenece a la Fundación Dr. Alberto Rougés del Instituto Miguel Lillo.
Esta casa fue proyectada en 1913 por el arquitecto mallorquín José de Bassols. En su interior, la calidad de los materiales está a la vista: pisos de taracea de roble, carpintería de madera, y en los cielorrasos, yesería decorativa.
Es aquí donde funciona el Centro Cultural de la destacada Fundación Lillo, con calificada actividad a través de exposiciones, conferencias y muestras.

  Museo Timoteo Navarro
En 1908, se empezaba a construir el museo, que hoy es sede de numerosas muestras y obras de representantes de la cultura local y nacional.
Se trata de una obra de la empresa de los hermanos Medicci y ha sido sin duda edificado con el mejor e inconfundible lenguaje académico de influencia francesa, ofrece una fachada majestuosa como signo del rol funcional del edificio.
Durante mucho tiempo funcionó aquí el Consejo de Educación hasta que, en 1977 fue destinado para ser sede del Museo de Bellas Artes.  En su interior puede apreciarse un panorama total de la pintura tucumana a través de los tiempos.
 Parque 9 de Julio
Es el principal paseo verde de la capital tucumana y por eso se lo conoce como el “pulmón de la ciudad”. Centenares de especies de árboles y un verde impecable dan vida a este Parque que encierra a más de 20 estatuas y en donde se encuentra el lago San Miguel y la casa del Obispo Colombres, considerada la “cuna” de la industria azucarera.
Fue inaugurando para los festejos del centenario de la Independencia, en 1916 y está trazado en forma de óvalo, idea del arquitecto francés Carlos Thays.
Además de los múltiples monumentos que guarda, el visitante podrá conocer la Pérgola, el reloj floral y una fuente luminosa. Si de tomar un trago o degustar un buen plato se trata, el Parque posee algunos de los bares y restaurantes más notables de Tucumán.

Museo de la industria azucarera Casa del Obispo Colombres:
Un clásico de Tucumán: es el primer lugar en donde se cultivó la caña de azúcar, cultivo que hasta hoy sigue siendo el más importante de la provincia. Fue construido en 1800 y allí vivía el Obispo Eusebio Colombres; es el testimonio claro de las viviendas de los tiempos de Juan Manuel de Rosas.
Allí funciona un museo que guarda muchas de las pertenencias del Obispo y en la parte de afuera, se conserva el trapiche de madera con el que trabajaban la caña los viejos ingenios. Sin duda, un icono de nuestra historia que vale la pena recorrer.

 Museo de Arte Sacro

El Museo de Arte Sacro de la Catedral, nació en 1968 como una iniciativa de la gente de la Parroquia, que se concretó con la labor de Susana Rougés, apoyada por el cura párroco, Monseñor Segundo H, Soria. La primera tarea era la de reunir los vasos sagrados, imágenes y objetos que estuvieran destinados al culto y que por una u otra causa, habían quedado fuera de uso, o que, por utilizarse sólo en contadas ocasiones, raramente estaban a la vista. Así llegó a formarse una importante y significativa colección, que excediendo lo estrictamente litúrgico, rescataba el acervo cultural de Tucumán. Con el tiempo fueron sumándose las donaciones y préstamos de diversos objetos que pertenecieran a las familias tucumanas.
Exhibe piezas de gran valor, desde los lejanos tiempos de Ibatín hasta nuestros días. La imaginería, la pintura, la platería, los ornamentos litúrgicos, los documentos coloniales, tenían la finalidad de guiarnos a lo largo de la historia eclesiástica de Tucumán. Todo esto ha sido conservado en el Museo, evitando así la pérdida o dispersión de un patrimonio tan valioso como querido por este pueblo cristiano.
El Papa Pablo VI, en el año 1972 exhortaba precisamente a los pastores a conservar en los templos los objetos de valor histórico-artístico que, durante siglos los ornaron y que perduran como expresión tradicional de la fe. El Arzobispo de Tucumán, Monseñor Blas Victorio Contero apoyó esta obra.
Hoy el Museo abre sus puertas con esta exposición de obras, donde se exhiben piezas de: la Virgen de Rosario de Pomata (óleo sobre tela – Alto Perú), San Pablo camino a Damasco (Óleo sobre tela de neto estilo neoclásico), San Miguel Arcángel (Óleo sobre tela; figura hierática e ingenua del patrono de la ciudad), General Celedonio Gutiérrez (obra de la primera época del retratista tucumano, Ignacio Bas.), Documentos coloniales, misales, entre otros objetos.

 Casa Histórica de la Independencia

En esta casa que perteneció a la tradicional familia Bazán, fue declarada la independencia de Provincias Unidas el 9 de Julio de 1816.
Se trata de una antigua casa colonial, reconstruida a base de fotografías y documentos de la época. Tiene una sola planta en la que las habitaciones se reparten alrededor de un gran patio.
El salón que está ubicado al fondo del mismo es el que se utilizaba para las reuniones del congreso y conserva su estructura original. Hay también un segundo patio que hace gala de un aljibe típico y finalmente un tercer patio recientemente habilitado que tiene salida a la calle 9 de Julio, en sus paredes están colocados, desde hace unos años, los valiosos relieves de la escultora tucumana Lola Mora.
Los salones de la casa están adornados con retratos de próceres argentinos, arcones y muebles de la época colonial y los sillones y la mesa utilizados en la histórica sesión.

Casa Histórica de Tucumán
Debido al mal estado en que se conservaba, en 1903, se dispuso por medio de un decreto demoler toda la casa a excepción del Salón de la Jura; para resguardar esta construcción se realizó un templete de estilo francés, con rejas y cristales. El curioso templete dejó al salón como una pequeña casita en su interior, a la que se ingresaba tras cruzar un pórtico de rejas y un amplio atrio con palmeras y, a cuyos costados se emplazaron dos altorrelieves de la escultora tucumana Lola Mora.

Finalmente, en el año 1941 fue autorizada su reconstrucción en la forma original (la misma estuvo a cargo del célebre arquitecto Mario J. Buschiazzo) y el 12 de agosto de ese mismo año fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Muestra permanente:
El Periodo Colonial - Tucumán en la Colonia - Revolución y Guerras de la Independencia - Historia de la Casa - Platería Criolla - El Congreso de Tucumán - Los Congresales de 1816 - Sala de la Jura de la Independencia.

Espectáculo Luz y Sonido:
Inaugurado en el año 1968, este espectáculo evoca los históricos momentos que condujeron al 9 de Julio de 1816. Las voces mas representativas de nuestra nacionalidad, interpretadas por figuras como Alfredo Alcón, Eduardo Rudy, Lola Membrides o María Rosa Gallo entre otros; dan vida una vez mas al lugar y al momento en que la historia Nacional tomaba un nuevo rumbo.
Se logra conmover y evocar la atmósfera de un pasado que es gloria para los argentinos. Durante el espectáculo denominado “Tucumán cita a la Patria”, se escuchan las aclamaciones del pueblo, la lectura del acta, las voces de Laprida, Paso, Godoy Cruz, y tantos otros patriotas hoy venerados; es posible oír además el juramento de los diputados y hasta el rasguito de la pluma con que firman el histórico documento que anuncia la patria nueva.

Sitios arqueológicos 

                                          

Parques y Reservas:

-      Parques:
     - Reservas:                                                                

 

Circuito Turístico

      - Ciudad Histórica
      - Las yungas
      - Sur
      - Valles de Choromos
      - Valles Calchaquíes 

1 comentario:

  1. El Congreso de Tucumán
    En Marzo de 1816, 32 delegados del Congreso de Tucumán se juntaron para formar una nueva estructura política.
    Así, el 24 de marzo, el Congreso inicia sus sesiones, proclamando a Juan Martín de Pueyrredón como Dictador Supremo (1816-1819).

    Eso de "dictador supremo" es un ERROR MAYÚSCULO. CORREGIR INMEDIATAMENTE.

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